Ecuador: censura mediática y falso golpe

viernes, 8 de octubre de 2010


Por Ciro Acevedo
Guionista y dramaturgo venezolano

Lo que se está viviendo en Ecuador es macondiano. Se impuso una vez más el sinsentido, el más absoluto sinsentido. Un puñado de policías, reclamando prebendas y privilegios, ha sido capaz de colapsar el país entero. La debilidad institucional es obvia, manifiesta, pero a eso estamos ya más que acostumbrados. No es novedad. No se trató de un amago de golpe de Estado, apenas una huelga de la policía, secundada por uno que otro militar que quiso pescar en río revuelto.

Al final, eso ha sido lo mejor que le podría haber pasado al régimen de Correa, que se dará un bañito de popularidad, mientras explota las escenas cursis de un presidente llamando a la muerte, a la vez que su propia guardia pretoriana repartía plomo ante unos manifestantes sin nada más que gases lacrimógenos. Cualquiera se hubiera envalentonado, porque en Ecuador nadie teme a la policía, saben que les cobran cada bala que disparan, cuando tienen alguna que disparar con sus vetustas pistolas. Eso y algunas hordas de delincuentes de medio pelo, oportunistas que saquearon tiendas en barrios populares.

Ha pasado inadvertido en el mundo entero el espectáculo de censura mediática implementado. Esa sí que ha sido la única novedad de lo ocurrido en Ecuador, suceso inédito. Correa inmediatamente ordenó sacar del aire a las emisoras de radio y televisión privadas, para llenar su espacio con la propaganda goebbeliana emitida por los medios públicos. Desde el hospital en el que estaba supuestamente secuestrado, pudo ordenar la censura, declarar el Estado de excepción, y seguir “demostrando” lo bravo que era.

Ni la omnipresente CNN internacional tenía más que emitir que lo que le filtraba el Gobierno. La única versión de los hechos que el mundo conoce es la que el Estado ecuatoriano ha querido dar. Y por muchas horas esa fue la única versión que incluso los ecuatorianos conocieron. El espectáculo de las redes sociales ha sido penoso, con decenas de periodistas en twitter, mendigando al menudeo alguna fuente independiente de información. Y nada. La respuesta recibida del director de un canal de televisión local: “nos han dicho que si emitimos nos cierran”.

Mientras, las fuerzas armadas, esos eternos parásitos, que en Latinoamérica terminan siempre fungiendo de árbitros del bien y del mal, llamaron a la calma, supuestamente “subordinadas al Gobierno”, pero sin olvidarse de imponer ciertas condiciones: asegurarse más privilegios. Una facción del Estado chantajeando a la otra, lo de siempre. Y todas sacaron algo.

Sabemos también lo que vendrá. La tartufocracia correísta iniciará una campaña de victimización, aprovecharán la ocasión para sumar más poder, para arrinconar más la poca libertad que el Estado no haya engullido todavía. La patria lo valdrá todo, todo sacrificio, todo abuso.

Un nuevo episodio de bananorepublicanismo. Pero nosotros ya estamos acostumbrados. Y mientras, la OEA, esa gran insignificante, monta el número, improvisa un guión perogrullesco. Al final del día tendrán la culpa lo yanquis, o las oligarquías.

Para ponerle más exuberancia, el ministro español Moratinos advierte que desplegará todo el “arsenal diplomático español”. Supongo que nada es poco para defender los feudos de poder de sus coleguitas latinoamericanos.

Algo se demostró y se demostrará. La oposición, y la propia sociedad civil, no tiene capacidad de reacción en Ecuador, ya no. Cerraron canales, y los periodistas cedían antes las amenazas del Gobierno. Mientras, todos los “analistas” internacionales justificarán sus honorarios y atención hablando de democracia, de respeto al orden inconstitucional. Y estaré de acuerdo con ello. No habría nada peor para Ecuador que dejar que el gorillorium castrense tome el poder, o dirima su ocupante nuevamente. Pero pocos, muy pocos, reconocerán que gran parte de lo que analizan es un encuadre mediático urdido desde Quito, que se apuró a poner los filtros adecuados tan pronto pudo, y dominó el flujo de información con facilidad.

El desencanto de los "nuevos" cantores

miércoles, 15 de septiembre de 2010

A veces hay episodios en la vida que van desencantando, y que lo diga una fans enamorada cuando su artísta preferido le va cambiando el tono de las canciones, le empieza a meter mas veneno a los arreglos, deje de decir tanto te quiero y diga mas hagamos el amor con la ropa... puede que sucedan dos cosas, una, que pase la página y se haga reguetonera o dos, terminen de desencantarse y busquen otro Menudo para subirse a su moto.

En este gobierno la cosa ha ido así, Chávez en sus desafueros de querer cambiarle la mente al venezolano, perfecto ejemplar consumidor de cuanta cosa la moda imponga, se ha reinventado mas cuentos para hacerle ver a la gente, especialmente a los jóvenes que ahora no es la camiseta de Metallica la que hay que ponerse, sino la del Ché Guevara. Que incluso, ya dejen de ver al viejo Paul Guillman y vean Zurda Conducta. Marico que triste, si así íbamos a acabar después de haber escuchado al considerado ícono del hard rock venezolano cantar "corre la voz" en Venevisión y después sacar un disco haciéndole tributo a Alí Primera, o ver por otro lado después de ser perseguido por pavitas cuando cantaba rosas y flores, el primogénito del padre cantor, Sandino Musett (antiguo nombre artístico en su etapa de capitalista con "hecho a mano" la disquera extinta de Ricardo Montaner) ahora presentándose con el atuendo de un propio guerrillero sacado del Sierra Nevada de la revolución cubana, trovando al estilo del Silvio y Pablo de los 60's y llamandose, ahora si con su nombre de pila, Sandino Primera, ahora si estos son los nuevos cantores comprometidos de la revolución.

Todo es moda... pero asi como en el capitalismo la moda pasa, en este tipo de socialismo las costuras ya comienzan a verse. El venezolano así como es un perfecto consumidor, es un excelente derrochador y desecha cuanta cosa va desencantando porque entre mas mojones meta el tipo para justificar lo injustificable, el desencanto se va volviendo odioso, no da filing, caché, aché... mira como es.

El peor momento para la vida de un PopStar es dejar de vender sus discos y eso tarde o temprano sucede. En el ocaso del socialismo marketing veré como nos volvemos a cambiar la camiseta, espero que no sea de nuevo a la de Metallica y mucho menos ahora a corre la voz ni la de una fans enamorada... porque si ahora son cantores "comprometidos", ya los veré cuando les falte la plata para giras y estudios de grabación, acudiendo de nuevo al canal de la colina para que los dejen cantar en Sábado Sensacional.

CONSUMISMO EN EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

sábado, 11 de septiembre de 2010

Los venezolanos no podemos negar que somos alegres, dicharacheros, cada región conserva una manera bonachona de llevar la vida, somos unos especialistas aplacando momentos entre la rabia y la ternura. Es tanto así que si tuviéramos el ímpetu que tienen otros hermanos latinoamericanos, tal es el caso de los ecuatorianos, peruanos o chilenos, los gobiernos en Venezuela serian tan variantes como cambia el mostrador de una tienda para exhibir lo que se está llevando. Así que lo de golpistas… que va, solo es por casualidad.

Sin embargo, somos perezosos, nos importa un comino muchas veces si el vecino o la persona de al lado le pasa algo, solo nos mueve el gusano de la averiguación, en eso todos somos perfectos detectives, luego de conseguida la información la consumimos y luego la desechamos como el periódico viejo de ayer de Hector Lavoe… ¿será allí donde precisamente somos perfectos materialistas - consumistas?

Vivimos alimentándonos cada mañana de las páginas de sucesos y lo hacemos sencillamente para constatar que en ese día no nos tocó a nosotros, menos a un familiar, pero vaya tragedia cuando nos involucra una fibra del cuerpo, nos convertimos en un mar de llantos, dramáticos hasta el punto de ganarnos un premio Oscar a la mejor actuación dramática. Somos calculadores y cuando nos toca hacernos las victimas nos comportamos como el propio muchacho acusón que si no la gana, la empata.

Con el pasar de estos años también nos hemos transformado en una suerte de verdugos donde cada quién afila, según la ocasión, la mejor estrategia para la justificar las fallas que nos negamos a aceptar, si al niño le rasparon el examen pues resulta que el colegio o el profesor no sirven, si chocamos o nos multan por alguna infracción, entonces los fiscales o los policías de tránsito son unos matraqueros, si estamos en la cola de un banco o cualquier cosa, nos importa un coño la poca gente que hace la cola y de una llegamos moviendo la influencia con el cajero o el amigo subgerente para que nos pase de primero. Y aún así nos quejamos de las largas colas, cuando por ejemplo, se va a un banco. Hemos colapsado en materia de paciencia y servicio.

En esta suerte de jugar a lo que nos conviene vivimos apostando por la moda del “que se usa”, por eso clientes y ladrones quieren tener el último blackberry, porque si no, no estamos en nada, no estar en eso “que se usa” nos hace sentir inferiores. Anteriormente recuerdo que el que no tenía las gomas del momento no se estaba en la moda –caso los hombres, no se las chicas- pero ahora todo nos envuelve en un aura de que si no consumimos lo que se lleva no estamos en nada.

La moda es ser santero, chavista, ateo, comulgar con el aborto y que maten al malandro y si lo agarran que lo descuarticen en la cárcel, joder al que te jode, burgués para los casos de no juntarse con la chusma y vivir preguntándonos ¿cómo ese que está en el gobierno puede ser semejante alcalde? De lado y lado, los buenos y los malos, los escuálidos y los chavistas, vivimos justificando del por qué el otro no tiene derecho, siempre alimentándonos el ego de nuestro ombligo que consideramos que es el único centro por la cual la tierra debe girar.

La tristeza, un motivo que poco a poco se va metiendo en nuestra razón de ser –inconscientemente- nos está comiendo el alma y por eso atrévanse a preguntar un poquito que le sucedió a la gente de la postemporada de lacortina de hierro (muro de Berlín), guerra fría y todo el proceso “revolucionario” que vivió la Europa oriental a principio del siglo XX, pregunten, averigüen como les quedó la vida después que el comunismo cayó. Sería una cosa de Uds. y no mía saberlo, porque por mi parte yo si sé lo que pasó.

Si de esa manera consumir lo que este gobierno está implementando es estar en la onda como las demás cosas que he contado mas las que quedan por fuera por motivos de aburrimiento a estas alturas de mi lectura, pues mi única esperanza es que los venezolanos lo consumamos y desechemos así como ese último celular que desplaza al otro cuando nos ofrece otra cosa que consumir, que la moda pasa y lamentablemente es cíclica. En ese interín solo pido darnos cuenta de que ya nos conviene y no haya sido muy tarde para enterarnos que tanto daño nos ha hecho vivir en el socialismo del siglo XXI.

Tiquiba por los siglos de los siglos, amén

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Llegué con mis dos muchachos, mi esposa y Ninoska el sábado de una tarde de agosto. Despúes de lidiar con los vericuetos de viajar con niños ante el espacio reducido del carro que nos llevaría, olvídense de corral, maletas grandes, mudas de ropa abundante, cero esterilizador para teteros, toda una expedición digna para un documental de la serie "sobrevivi" de Discovery Channel. Nuevamente en Pueblo Nuevo, en la costa oriental de la Peninsula de Paraguaná al aniversario 25 de la agrupación teatral y cultural, Tiquiba.

Haciendo paralelismo implícito de unas bodas, fuimos a soplar 25 velitas de plata, de las cuales he tenido el honor de soplar 14. Cada vez que voy a Pueblo Nuevo, lo hago para reafirmar que existe gente que aún cree en los proyectos mancomunados a través de la cultura entre personas que profesan distintas religiones, razas, posturas políticas, comparten chivos en coco, cerveza importada de Maracaibo (regional light), son padrinos entre ellos mismos de sus hijos, velan por la conservación de las pocas casas de hatos coloniales que aún se resisten a caer, forman a sus jóvenes para que no sean cómplices y victimas del contrabando, la droga y el ocio. Cómo dejar de ir si cada visita es un sin fin de historias bonitas de esta gente que quiere echar pa' lante , ser un pueblo referente, instruido, humano, que vive luchando ante la sombra avasallante del materialismo libre de impuesto y el turismo desmedido, que han hecho de Paraguaná en los últimos años -para incultos ignorantes- una especie de Las Vegas gringa, en suelo falconiano.

Las malas noticias parecen ser el pan nuestro de la mesa de cualquier venezolano si se habla de política y Pueblo Nuevo no escapa tampoco de esta realidad. La ausencia del pueblo a las actividades de Tiquiba se han reducido a una muy mínima expresión si se trata de hacerlas en donde siempre las han hecho, en el ateneo Josefa Camejo, centro donde la cultura es la sonrisa, pero que en los últimos años se ha vuelto llanto.

La gente del pueblo no quiere asistir al Josefa Camejo porque la política barata, o cara, han ido borrando poco a poco el rostro a un espacio concebido desde un principio para las actividades teatrales, musicales, lúdicas, un espacio para el reencuentro de la poesía de Genoveva de Castro, para escudriñar la historia que en papeles por lo menos aun se guarda en el archivo del acervo histórico que Isaac López, motor de estos encuentros, lleva decadas defendiéndolo para que no le pase como a Maracaibo donde la historia solo queda en fotos de un álbumes viejos y la memoria poco a poco se va debilitando hasta convertirse en un alzheimer degenerado que le roba la identidad a un pueblo con una historia real y no inventada, muy de moda en boca de nuestros dirigentes hoy día.

¿Pa' que carajo sirvió la bandera y el discurso de una mejor sociedad, si en Pueblo Nuevo lo que se logró con sudor de sangre, ahora lo borran de un solo alarido de intolerancia? así como borraron el mural urbano, diseñado para el pueblo y estaba al lado del complejo Josefa Camejo, hecho a mano con aerógrafo por el artista plástico colombiano Chema, una ordinaria pared de ladrillos convertida en lienzo con las plumas de un cardenalito y un turpial, la silueta imponente del cerro Santa Ana, los rostros de paraguaneros y la cara lavada del cantor de la patria Alí Primera. Todas esas imágenes quedaron debajo del blanco de la atrocidad de una campaña electoral del PSUV con el argumento que tarde o temprano esa pared se iba a caer y lo que estuviese allí pintado se iba perder, vaya excusa para mandar al pendejo a ver si la marrana parió.

Sin embargo, los cantos de Los Salveros de San Juan, Marta Molina, Daniel Gotopo, Luz María Derce, La Ruta del Bacalao Silvio Rodríguez, León Gieco, Mercedes Sosa, Fonseca, Rubén Blades, Frank Delgado, Alí Primera, Fonseca, no dejaron de revolotear por los pasillos y calles del Josefa Camejo entre poesías de Guillermo de León Calles, Luís Alfonso Bueno, Julio Cesar Blanco Rossito y Simón Petit, allí se incrustaron como la rama de enredadera que va buscando la luz del sol, aunque haya sido cortada, el retoño busca reavivar la mata que volverá a crecer frondosa llenando la sala principal donde los aplausos estremecen y ensordecen, donde ya no habrá las caras de los de turno, sino las que siempre han estado y estarán haciendo la historia de Paraguaná al pie del cerro Santa Ana, por donde comenzó a crecer Venezuela, llena de esperanza y gritos libertarios arraigados en un pueblo manso, que escucha canciones bravas.

Partí a los dos días preñado de esos sueños que volverán a nacer mas temprano que tarde, de repente en la cara, manos y voces de mis hijos, de los hijos de Luz María, Barbara, Ana Cristina, Douglas, Yoisinny, Nandy, Narwi, María Teresa, Carlos, Roberto, Beatriz, Abraham, Gustavo, Anthony y toda la gente que por mi bendita memoria que ya se la comen los gusanos no deja acordarme de sus nombres, pero sé que mantienen presente la idea necia de ser seres felices viviendo en fraternidad, armonía, humildad, sencillez y hospitalidad Celebrar los 25 años de Tiquiba, dejo un punto suspensivo mezclado con un símbolo de infinito que se seguirá extendiendo por los siglos de los siglos en este país. Amén.