Me indigna presenciar una vez mas como se entierra la memoria y se le siga echando mas leña a la candela desde una Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia, cada vez mas sumergida en la manía de querer refrescar sus labores compitiendo con productos de mercado.
Vuelvo a repetirlo y no me cansaré de informarlo a los 4 vientos, El Zaguan de LUZ no es un producto de mercado, es un aula de clases, es un libro de investigación abierto, es cátedra de música popular venezolana nacido para seguir perpetuando las manifestaciones que nacen desde los pueblos zulianos y venezolanos; es el patio donde todos se reunen a echar broma, soñar juntos, estudiar para RE - crear y darle continuidad a las obras que muchos cultores populares hacen y ya no quieren transmitir por miedo a la hojilla de doble filo que se llama "fusión".
Recuerdo en este momento cuando visitabamos muchos pueblos para hacer nuestros trabajos de campo (Borburata, Barlovento, Palmarito, Gibraltar, Bobures y muchos más de pura afrodescendencia), la resistencia que ya tenian los cultores populares en recibirnos y despues querer echarnos el cuento del por qué ese tambor o ese canto se ejecuta de una forma, del por qué ese tambor se hace con cuero de chivo macho o cuero de chivo hembra... ya echar el cuento tenia un obstaculo por la sencilla razón de ver que muchos en nombre de la cultura popular llegaban a los pueblos a recopilar el trabajo y cuando se iban a la ciudad lo que se fué como autóctono, al llegar a la ciudad, se convertia en pieza de rating para competir en las estaciones de radio a ver cual era mas escuchada. Por eso es que en la actualidad el neofolklore para muchos cultores populares es catalogado de dudosa procedencia como género músical venezolano, simplemente por obviar los verdaderos elementos de raíz que identifican la música folklorica venezolana dandole mayor presencia o portagonismo a la música contemporanea que toma para fusionar.
Ahora, tampoco es que vengo a decir que estemos en contra del neofolklore, porque si no también estuviesemos en contra de la onda nueva del maestro Aldemaro Romero, de Huascar Barradas y para no ser tan cuadrado hasta en lo comercial de Rafael "El Pollo" Brito... la diferencia está es que cuando se conoce la raíz de la manifestación popular venezolana porque has pasado por ella ejecutandola desde un grupo de gaita, una estudiantina, el conservatorio ligado a la escuela de la calle partiendo valdes de agua con palos de escoba, desgastando trinches de tenedor raspando rayos de queso, puedes partir de alli para luego diseñar, crear, recomponer entre muchos géneros para luego concebir una nueva estructura musical y presentarla... como lo hizo en su tiempo Aldemaro Romero, Huascar Barradas y el mismo Pollo Brito.
¿De qué sirve hacer fusión si no diferencias entre una fulia, una parranda o un sangueo?...
La música tiene mucha mística y no se puede tratar desde la experiencia versatil de la ejecución de la voz, del cuatro, del tambor o de las partituras, y si esto sucede... sencillamente harás como el músico clásico que no aprende a ejecutar su instrumento empíricamente para defenderse ante la mejestuosidad de la música popular y prefiere quedarse con un frio papel de pentagrama que te indica si cruzar a la izquierda o a la derecha... y Dios libre que se te pierda porque lo que encuentras es un callejón sin salida.
El Zaguán de LUZ es el patio donde las lavanderas se ponen de acuerdo para preparar la cena mientras lavan la ropa, El Zaguán de LUZ es el patio donde los niños juegan y lo hacen sin necesidad de que existan relojes para cumplir determinados objetivos, El Zaguan de LUZ es el artículo necesario para conjugar los verbos y unir oraciones, El Zaguan de LUZ es la plataforma donde se forman seres humanos para convertirse en seres autoctonos y pensantes que valoran, respetan y veneran la música popular venezolana como arraigo histórico, como patrimonio arquitectónico, como saludar a la bandera, como honrrar al padre y a la madre, como rezar en oración para que Dios nos conceda lo que pedimos... Amén.
