Comencé a darle fruto a mis nuevos roles

viernes, 19 de febrero de 2010

Bien es sabido por los que me conocen que trabajo en una radio, pero en medio del boom tecnológico digamos que Radio Fe y Alegría, institución que me permite ejercer por los momentos mi profesión de comunicador social lleva un año en esto a lo que llaman el periodismo 2.0 y por eso me tienen aquí echandoles el cuento de lo que leén cada vez que les aviso: entren a mi blog.

Tengo ya semana y media andando en mis nuevos roles, he pasado de tropezarme con los cables de un estudio de grabación y de cuanto audifono mal puesto me lhe levado por delante con la silla de mi escritorio, a entromparme con la realidad de la calle, en fin, con el lomito -y muchas veces pellejo- de la información que encontramos en la jungla de concreto y lata.

Hoy tomé mis primeras gráficas de un barrio metido donde se apaga el sol de Maracaibo, en la zona norte de esta ciudad, por un sector mejor conocido como bomba Caribe. Se trata del barrio 23 de Marzo al cual acudimos mi compañera y yo a cubrir un evento donde el mismo alcalde de la ciudad inaguraría una red vial. Mientras el burgomaestre echaba el cuento de siempre de cumplir con las comunidades se nos acercó una vecina que nos contaba como las aguas negras de su calle dentro de poco -como todos los días- entraría a su casa.

Se trata de la calle 23B, con no menos de 50 metros de largo, unas seis o siete casa a cada lado de la acera y una realidad terrible con una alcantarilla abierta de par en par mirando al cielo con un torrente de aguas negras a punto de salir como quien bate una botella de cocacola antes de ser destapada. "Todos los días en la tarde comienza a metersenos el agua a las casas", así se refería una de las vecinas a manera de letanía que no ha parado de rogar desde hace 15 años desde que se hizo el "acomodo" de dicha red de cloacas.

Un señor manifestaba que no solo era soportar el mal olor, sino que ademas tenía que sacar el agua que despues entraba a su casa, conjugandose con el cuadro delicado de salud de su esposa recien operada. Otra madre se refería a la dificultad de su hija especial con autismo que no haya como controlarla ya que cuando se le escapa de la casa en varias ocasiones la encuentra a punto de meterse en el hueco creyendo que es una piscina.

La hidrológica de la región (Hidrolago) que debería canalizar que estos problemas sean resueltos no aporta ni un mensajero desde hace mucho tiempo, "pasa mas rapido y varias veces el presidente que la hidrológica" dijo otro vecino indignado de la falta de respuesta. En fin, la cara rayada y trágica de un sector de la ciudad que se ve agobiado por un problema que se multiplica en otros sectores.

Por ultimo me conmovió el cuadro de dos hermanitas sentadas en una de las aceras de la calle viendo como el caudal de aguas negras iba creciendo hasta el momento que ya era indicativo que había que resguardarse, no vaya ser que se las llevara la corriente... sin contar aún que tiene mas de cuatro meses que no llueve.

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