Encontré la canción que faltaba

domingo, 20 de septiembre de 2009

Primero quiero dejar claro que a la única persona que sigo y seguiré hasta el día de mi muerte es a mi mejor amigo, hijo de Dios Padre, Jesucristo… a quien confío mi vida, la de mis hijos, mi esposa, mis padres y mis hermanos… lo demás, es como la moda, pasa y no se usa mas.

“Se dice de mi”… así cantaba aquella canción de la telenovela Betty la Fea, ya que me puse a cantar en otros tonos, aunque no van acompañados de notas musicales, en esta ocasión el periodismo y en la fotografía “encontré la canción que faltaba” y ademas aclaro que "sé con que canciones puedo hacer revolución, aunque me quede sin voz aunque no me vengan a escuchar".

Se me comparó en estos días que abandoné o mejor dicho, dejé de cantar a Silvio Rodríguez porque me enteré después de 10 años que el tipo resulto ser comunista… de quien vino, aun no sé si lo hizo en son de broma o realmente tiene la prepotencia de no querer aceptar que la vida no se puede seguir mirando desde un mismo color.

Me inicié en el nuevo canto precisamente escuchando una canción de Silvio Rodríguez llamada “debo partirme en dos” y quien me lee si es curioso, pues le dejo su gusanito a que la escuche y pueda entender porque me puse a cantar. No lo niego y a donde voy lo pregono, me formé aun mas en este género musical en una agrupación musical llamada Texere, a quien sigo agradecida precisamente por dejarme descubrir de que se trataba este movimiento. Decidí simplemente retirarme de esta agrupación porque “la política no cabe en la azucarera”.

Y qué decir si canto actualmente o no, lo hago cuando quiero, lo hago cuando me lo piden y suelto al aire canciones que me dejan decir lo que pienso, sueño y añoro, reflejo del país que quiero ver, al cual quiero cambiar, en el cual me quiero morir y que sea “símbolo” como lo canta en su nuevo CD “cantares del subdesarrollo” del panameño Rubén Blades, que no tenga más las “Puertas y Muros” que ve Carlos Varela entre Cuba y Estados Unidos, o como lo cantó Juanes en el reciente Paz sin Fronteras, quiero cambiar el "odio por amor"… cosa que solo entienden los hippies y los rockeros… ahhh, que mal, productos de los imperios, gracias a Jonh Lennon y Bob Dylan (por cierto este ultimo, artista preferido de Silvio Rodríguez).

Yo sigo en esta esquina viendo a diario las injusticias de un sistema que nos mantiene al borde de la africanización… no es un insulto racista ni mucho menos una palabra inventada por mí, pero si quieren saber un poco más, en el continente colorido la corrupción y el desgobierno han hecho de todos los pueblos un infierno y por eso tantas guerras civiles, genocidios, asesinatos, violaciones, violencia en contra de la mujer y la familia… poco a poco vamos marchando a esa cruda realidad y cuando se den cuenta los que respiran bajo vientos de aires acondicionados a donde nos están llevando leyes inconsultas sacadas de la gaveta y aprobadas en madrugonazos y echándole la culpa de todo a cuanto personaje salga vestido del Tio Sam, se revertirá tanto la cosa que cuando se den cuenta pasará como el que escupe para arriba y ya saben que sucede.

A estos cantos son los que me estoy afinando, desde una radio, que no tiene mayor propósito que construir una sociedad más justa, más fraterna, mas democrática, que ha visto pasar a capitalistas y ahora socialistas, y seguimos viendo que los problemas no se solucionan. Por ellos es que canto, con un micrófono en la mano pero dejando que ellos (hombres, mujeres y niños del barrio) hagan el coro de la canción para los nuevos representantes de la democracia participativa que usan frac y levita (color rojo) en la asamblea, en los ministerios, en los concejos comunales y no les gustan que se las canten en su cara.

Pues "búsquenme, me encontrarán en el país de la libertad", la que no tiene fronteras, las que pone en una misma mesa al judío y al musulmán, al cristiano y al protestante, al blanco y al negro, al de izquierda como al de derecha. Allí esta mi canto, allí mi corazón escuchando de vez en cuando a Silvio cuando canta que “el problema vital es el alma, el problema es de resurrección, el problema, señor, será siempre sembrar amor”.

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